I. POETAS SOCIALES
1. Blas de Otero
a. Hombre
b. A la inmensa mayoría
a. Como si nunca hubiera sido mía
b. Alto jornal
1. Blas de Otero
a. Hombre
b. A la inmensa mayoría
-
Gabriel Celaya
-
A veces me figuro que estoy enamorado
-
La poesía es un arma cargada de futuro
-
A veces me figuro que estoy enamorado
-
Gloria Fuertes
-
Soy solo una mujer
-
Ya ves qué tontería
-
Soy solo una mujer
-
Ángela Figuera Aymerich
-
Canto a la madre de familia
-
No quiero
-
Canto a la madre de familia
-
Ángel González
-
Para que yo me llame Ángel González
-
Inventario de lugares propicios al amor
-
Para que yo me llame Ángel González
-
José Agustín Goytisolo
-
El oficio del poeta
-
Palabras para Julia
-
El oficio del poeta
-
Jaime Gil de Biedma
-
El juego de hacer versos
-
No volveré a ser joven
-
El juego de hacer versos
-
José Ángel Valente
-
Serán ceniza
-
La poesía
-
Serán ceniza
-
Francisco Brines
-
El porqué de las palabras
-
Collige, virgo, rosas
-
El porqué de las palabras
a. Como si nunca hubiera sido mía
b. Alto jornal
POETAS SOCIALES
BLAS DE OTERO
(1916-1979). En una primera etapa, su poesía es existencial, desarraigada: Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia. Con la segunda etapa da el paso “del yo al nosotros” (en palabras de Alarcos), es la etapa de su poesía social: Pido la paz y la palabra, En castellano y Que trata de España. La aportación esencial de este poeta es su profunda y personalísima renovación del lenguaje poético en todas sus dimensiones (juegos fonéticos, sintaxis entrecortada, riqueza léxica, ...) que tiene como resultado una efectividad expresiva sin parangón en la literatura española de posguerra.
HOMBRE
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser y no ser eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
(Ángel fieramente humano, 1950)
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser y no ser eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
(Ángel fieramente humano, 1950)
A LA INMENSA MAYORÍA
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.
Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.
Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.
¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.
Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.
Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.
¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.
(Pido la paz y la palabra, 1955)
GABRIEL CELAYA
(1911-1991). En su primera etapa es un poeta con rasgos neorrománticos y surrealistas: Las cosas como son. Hay en Celaya una etapa sencilla y de temas humanos, donde alcanza su propia voz y que vemos reflejada en su obra Tranquilamente hablando. Rompe con esta etapa y comienza a escribir su poesía comprometida y de denuncia social, es este el período más rico e influyente de su poesía: Las cartas boca arriba, Cantos íberos y España en marcha. En la última etapa, en algunos versos se desnuda de todo lo personal y se acerca al puro experimento lingüístico: El derecho y el revés o Penúltimos poemas.
A VECES ME FIGURO QUE ESTOY ENAMORADO
(1911-1991). En su primera etapa es un poeta con rasgos neorrománticos y surrealistas: Las cosas como son. Hay en Celaya una etapa sencilla y de temas humanos, donde alcanza su propia voz y que vemos reflejada en su obra Tranquilamente hablando. Rompe con esta etapa y comienza a escribir su poesía comprometida y de denuncia social, es este el período más rico e influyente de su poesía: Las cartas boca arriba, Cantos íberos y España en marcha. En la última etapa, en algunos versos se desnuda de todo lo personal y se acerca al puro experimento lingüístico: El derecho y el revés o Penúltimos poemas.
A VECES ME FIGURO QUE ESTOY ENAMORADO
A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.
Me ha enamorado Adela, me ha enamorado Marta,
y, alternativamente, Susanita y Carmen,
y, alternativamente, soy feliz y lloro.
No soy muy inteligente, como se comprende,
pero me complace saberme uno de tantos
y en ser vulgarcillo hallo cierto descanso.
(Tranquilamente hablando, 1947)
y, alternativamente, Susanita y Carmen,
y, alternativamente, soy feliz y lloro.
No soy muy inteligente, como se comprende,
pero me complace saberme uno de tantos
y en ser vulgarcillo hallo cierto descanso.
(Tranquilamente hablando, 1947)
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
(Cantos íberos, 1955)
(1917-1998). Poetisa de voz personal e intransferible, con su fuerte carga de
profundidad social en los 50. Escritora mediática, se hizo especialmente conocida en
España a partir de los años setenta por sus colaboraciones en programas infantiles y
juveniles de Televisión Española, fama que eclipsó su reconocimiento como poeta de la
posguerra española. En su poesía abogó por la igualdad entre mujeres y hombres, el
pacifismo y la defensa del medio ambiente. En 2017, con motivo de la celebración del
centenario de su nacimiento se ha reivindicado su papel en la poesía española del siglo XX. Destacan sus poemarios Isla Ignorada, Antología y Poemas del suburbio, Aconsejo
GLORIA FUERTES
beber hilo, Cómo atar los bigotes al tigre y Obras incompletas.
SOY SOLO UNA MUJER
Soy solo una mujer y ya es bastante,
con tener una chiva, una tartana
un «bendito sea Dios» por la mañana
y un mico en el pescante.
Yo quisiera haber sido delineante,
o delirante Safo sensitiva
y heme, aquí, que soy una perdida
entre tanto mangante.
Lo digo para todo el que me lea,
quise ser capitán sin alma alguna,
depositar mis versos en la luna
y un astronauta me pisó la idea.
De PAZ por esos mundos quise ser traficante
—me detuvieron por la carretera—
soy solo una mujer, de cuerda entera,
soy solo una mujer y ya es bastante.
(Cómo atar los bigotes al tigre, 1969)
Soy solo una mujer y ya es bastante,
con tener una chiva, una tartana
un «bendito sea Dios» por la mañana
y un mico en el pescante.
Yo quisiera haber sido delineante,
o delirante Safo sensitiva
y heme, aquí, que soy una perdida
entre tanto mangante.
Lo digo para todo el que me lea,
quise ser capitán sin alma alguna,
depositar mis versos en la luna
y un astronauta me pisó la idea.
De PAZ por esos mundos quise ser traficante
—me detuvieron por la carretera—
soy solo una mujer, de cuerda entera,
soy solo una mujer y ya es bastante.
(Cómo atar los bigotes al tigre, 1969)
YA VES QUÉ TONTERÍA
Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte:
Voy por las calles tan contenta
no llevo encima nada más que tu nombre.
(Obras incompletas, 1975)
Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte:
Voy por las calles tan contenta
no llevo encima nada más que tu nombre.
(Obras incompletas, 1975)
ÁNGELA FIGUERA AYMERICH
(1902-1984). Se la considera una de las principales figuras de la denominada poesía desarraigada de la Primera Generación de Postguerra Española. Su primera obra poética Mujer de barro la escribe con cuarenta y seis años, se trata de una obra de temática amorosa. Al igual que Gabriel Celaya y Blas de Otero, escritores también vascos como ella, empieza su etapa de poesía social: Belleza cruel y Toco la tierra. Letanías; este último es considerado por muchos su libro de mayor madurez.
(1902-1984). Se la considera una de las principales figuras de la denominada poesía desarraigada de la Primera Generación de Postguerra Española. Su primera obra poética Mujer de barro la escribe con cuarenta y seis años, se trata de una obra de temática amorosa. Al igual que Gabriel Celaya y Blas de Otero, escritores también vascos como ella, empieza su etapa de poesía social: Belleza cruel y Toco la tierra. Letanías; este último es considerado por muchos su libro de mayor madurez.
CANTO A LA MADRE DE FAMILIA
Canto a la madre de familia
tan mujer de su casa la pobre,
tan gris por todos lados,
tan oveja por dentro
aunque suele gritar con los chiquillos.
Canto a sus manos suaves de lejía
los lunes y los martes,
los miércoles y jueves picadas por la aguja,
quemadas cada viernes por la plancha,
ungidas por el ajo y la cebolla.
(El sábado es un día extraordinario:
limpieza de cocina, compra doble,
y hacia las seis, barniz sobre las uñas
para salir a un cine baratito
del brazo del esposo.)
Canto a la madre de familia
a las ocho de la mañana
distribuyendo cautamente
la leche azul del desayuno
en los tazones de asa rota.
(Para Juanín que tanto crece
hay que poner la mejor parte.)
Canto a la madre de familia
que era tan linda hace quince años,
que ahora se ríe (un poco triste)
con los consejos de belleza.
(Dedique usted todos los días
un cuarto de hora a su cabello.)
Canto a la madre de familia
que suma y suma equivocándose,
cincuenta y siete y llevo cinco...
porque se han ido veinte duros
y sin pagar al carbonero.
Canto a la madre de familia
que al acostarse por la noche
nunca termina un rosario.
(Lolita sigue tan flacucha,
Juanito tuvo malas notas,
el nene va lo que se dice
con el culito al aire.)
Canto a la madre de familia
cuando se duerme tan cansada
que un ángel blanco y bondadoso
baja en secreto y la conforta.
(Belleza cruel, 1958)
NO QUIERO
No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.
No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.
No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.
No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.
No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.
No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.
No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.
No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.
No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.
No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO...
(Toco la tierra. Letanías, 1962)
LA GENERACIÓN DE MEDIO SIGLO
ÁNGEL GONZÁLEZ (Oviedo, 1925-2008).
Su obra presenta dos etapas, aunque, vistos en su conjunto, sus versos constituyen un único libro en continuo desarrollo. El primer ciclo comienza con Áspero mundo (1956) y se alarga hasta Tratado de urbanismo (1967). Su poesía refleja una amarga decepción y un pesimismo de corte existencial, que conjuga con una dura crítica del mundo que le rodea. El aspecto fundamental de Áspero mundo es el paso del tiempo planteado con gran dramatismo, y el dolor y la decepción son las notas predominantes. Otros libros: Grado elemental (1962), Palabra sobre palabra (1965) y Tratado de urbanismo (1967).
La segunda etapa comienza con Breves acotaciones para una biografía (1971) y Prosemas o menos (1985), entre otros. Esta segunda etapa se caracteriza por una mayor libertad expresiva que se traduce en distorsiones semánticas, rupturas de frases hechas, juegos de palabras, deformaciones y violaciones sintácticas; también la ironía y el humor que, en ocasiones, lleva al chiste; y el uso de un léxico muy poco poético (los “antipoemas”).
PARA QUE YO ME LLAME ÁNGEL GONZÁLEZ
Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo el mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...
(Áspero mundo, 1956)
INVENTARIO DE LUGARES PROPICIOS AL AMOR
Son pocos.
La primavera está muy prestigiada, pero
es mejor el verano.
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos.
El invierno elimina muchos sitios:
quicios de puertas orientadas al norte,
orillas de los ríos,
bancos públicos.
Los contrafuertes exteriores
de las viejas iglesias
dejan a veces huecos
utilizables aunque caiga nieve.
Pero desengañémonos: las bajas
temperaturas y los vientos húmedos
lo dificultan todo.
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia (con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
-sin interés alguno-
en niños, perros y otros animales)
y el «no tocar, peligro de ignominia»
puede leerse en miles de miradas.
¿A dónde huir, entonces?
Por todas partes ojos bizcos,
córneas torturadas,
implacables pupilas,
retinas reticentes,
vigilan, desconfían, amenazan.
Queda quizá el recurso de andar solo,
de vaciar el alma de ternura
y llenarla de hastío e indiferencia,
en este tiempo hostil, propicio al odio.
(Tratado de urbanismo, 1967)
JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO
(1928-1999). Se inicia con El retorno, elegía dedicada a su madre muerta durante un bombardeo en Barcelona, tema que repite treinta años después con Final de un adiós. Inició su poesía satírica con lenguaje sarcástico con Salmos al viento, sigue con Algo sucede y Bajo tolerancia, obras en las que muestra su irónica actitud ante la realidad española de entonces. En los años 80 publica tres nuevas recopilaciones de poemas: Palabras para Julia y otras canciones donde agrupa sus “letras para cantar”, A veces gran amor, antología de tema más o menos amoroso y Sobre las circunstancias, donde recoge poemas de “circunstancias” con un tono irónico o sarcástico.
(1929-2000). La escritura de Valente ha sido una constante indagación en el lenguaje en busca del
SERÁN CENIZA...
Se fue en el viento,
Le abrí en mi casa
Se fue en el viento.
Se fue en el viento,
Me llevó adonde
Se fue en el viento,
Volvió en el aire.
COMO SI NUNCA HUBIERA SIDO MÍA
(1928-1999). Se inicia con El retorno, elegía dedicada a su madre muerta durante un bombardeo en Barcelona, tema que repite treinta años después con Final de un adiós. Inició su poesía satírica con lenguaje sarcástico con Salmos al viento, sigue con Algo sucede y Bajo tolerancia, obras en las que muestra su irónica actitud ante la realidad española de entonces. En los años 80 publica tres nuevas recopilaciones de poemas: Palabras para Julia y otras canciones donde agrupa sus “letras para cantar”, A veces gran amor, antología de tema más o menos amoroso y Sobre las circunstancias, donde recoge poemas de “circunstancias” con un tono irónico o sarcástico.
EL OFICIO DEL POETA
Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
las historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
las historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos la ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.(Algo sucede, 1968)
nos la ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.(Algo sucede, 1968)
PALABRAS PARA JULIA
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
(Palabras para Julia y otras canciones, 1979)
JAIME GIL DE BIEDMA (1929-1990).
Es breve la trayectoria poética de este poeta que abandona la escritura de
la poesía –según él– porque ya
no siente la necesidad o la pasión de escribir. El tema
central de su poesía es el paso del tiempo
y el cómo salvarse del tiempo se convierte en
una obsesión: él mismo declara que los dos temas esenciales
de su poesía son “el tiempo
y yo”. Su obra poética Compañeros de viaje, Moralidades y Poemas póstumos
se halla
recogida en un breve volumen titulado Las personas del verbo.
Un aspecto importante de la poesía de Gil de Biedma es el escenario urbano en el que
se sitúan la mayoría
de sus poemas, lo que se interpreta no solo como un signo de
modernidad sino también como una actitud
irónica del poeta hacia los moldes poéticos
tradicionales en los que la naturaleza era un escenario
convencional. Asimismo, es
frecuente en su poesía el empleo de un tono conversacional que acerca
la expresión al
plano oral y le da una impresión de viveza.
EL JUEGO DE HACER VERSOS
El juego de hacer versos
–que no es un juego – es algo
parecido en principio
al placer solitario.
–que no es un juego – es algo
parecido en principio
al placer solitario.
Con la primera muda
en los años nostálgicos
de nuestra adolescencia,
a escribir empezamos.
en los años nostálgicos
de nuestra adolescencia,
a escribir empezamos.
Y son nuestros poemas
del todo imaginarios
–demasiado inexpertos
ni siquiera plagiamos –
del todo imaginarios
–demasiado inexpertos
ni siquiera plagiamos –
porque la Poesía
es un ángel abstracto
y, como todos ellos,
predispuesto a halagarnos.
es un ángel abstracto
y, como todos ellos,
predispuesto a halagarnos.
El arte es otra cosa
distinta. El resultado
de mucha vocación
y un poco de trabajo.
distinta. El resultado
de mucha vocación
y un poco de trabajo.
Aprender a pensar
en renglones contados
–y no en los sentimientos
con que nos exaltábamos –,
en renglones contados
–y no en los sentimientos
con que nos exaltábamos –,
tratar con el idioma
como si fuera mágico
es un buen ejercicio,
que llega a emborracharnos.
como si fuera mágico
es un buen ejercicio,
que llega a emborracharnos.
Luego está el instrumento
en su punto afinado:
la mejor poesía
es el Verbo hecho tango.
en su punto afinado:
la mejor poesía
es el Verbo hecho tango.
Y los poemas son
un modo que adoptamos
para que nos entiendan
y que nos entendamos.
un modo que adoptamos
para que nos entiendan
y que nos entendamos.
Lo que importa explicar
es la vida, los rasgos
de su filantropía,
las noches de sus sábados.
es la vida, los rasgos
de su filantropía,
las noches de sus sábados.
La manera que tiene
sobre todo en verano
de ser un paraíso.
sobre todo en verano
de ser un paraíso.
Aunque, de cuando en cuando,
si alguna de esas nubes
que las carga el diablo
uno piensa en la historia
de estos últimos años,
que las carga el diablo
uno piensa en la historia
de estos últimos años,
si piensa en esta vida
que nos hace pedazos
de madera podrida,
perdida en un naufragio,
que nos hace pedazos
de madera podrida,
perdida en un naufragio,
la conciencia le pesa
–por estar intentando
persuadirse en secreto
de que aún es honrado.
–por estar intentando
persuadirse en secreto
de que aún es honrado.
El juego de hacer versos,
que no es un juego, es algo
que acaba pareciéndose
al vicio solitario.
que no es un juego, es algo
que acaba pareciéndose
al vicio solitario.
Moralidades, 1966.
NO VOLVERÉ A SER JOVEN
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
–como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
uno lo empieza a comprender más tarde
–como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
–envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
y marcharme entre aplausos
–envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
(Poemas póstumos, 1968)
JOSÉ ÁNGEL VALENTE
(1929-2000). La escritura de Valente ha sido una constante indagación en el lenguaje en busca del
conocimiento poético y de la propia salvación a través de la palabra. Su
poesía evoluciona desde
una concepción ascética hasta un planteamiento místico.
Valente divide su obra poética en dos grandes bloques o ciclos: el primero lleva el
título global
de Punto cero (1953-1976) y abarca desde A modo de esperanza hasta
Interior con figuras;
el segundo, el más compacto y unitario, es el fundamental y lo titula
Material memoria (1977-1992)
y comprende desde el libro así titulado hasta No amanece
el cantor; su último poemario Nadie (1996)
quedaría fuera de este segundo ciclo.
SERÁN CENIZA...
Cruzo un desierto y su secreta
desolación sin nombre.
El corazón
tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.
desolación sin nombre.
El corazón
tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.
Hay una luz remota, sin embargo,
y sé que no estoy solo;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.
y sé que no estoy solo;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.
Toco esta mano al fin que comparte mi vida
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.
Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.
(A modo de esperanza, 1955)
LA POESÍA
Homenaje a Rosalía de Castro
Se fue en el viento,
volvió en el aire.
Le abrí en mi casa
la puerta grande.
Se fue en el viento.
Quedé anhelante.
Se fue en el viento,
volvió en el aire.
Me llevó adonde
no había nadie.
Se fue en el viento,
quedó en mi sangre.
Volvió en el aire.
(Breve son, 1968)
FRANCISCO BRINES
(1932). Es el autor más homogéneo de su promoción, ya que su visión poética ha
cambiado muy poco
desde su primer libro. Su poesía se caracteriza por estar dominada
por una gran preocupación
metafísica y tono meditativo y elegíaco, con el tiempo, el amor
y la muerte serán sus ejes temáticos.
Como recursos expresivos: la implicación continua del lector y la abundancia de
escenas cotidianas.
También en este autor el núcleo principal de la poesía es el paso del
tiempo y las consecuencias que
ello provoca. Entre sus libros destacan Las brasas,
Palabras a la oscuridad, Aún no y El otoño de las
rosas.
EL PORQUÉ DE LAS PALABRAS
No tuve amor a las palabras;
si las usé con desnudez, si sufrí en esa busca,
si las usé con desnudez, si sufrí en esa busca,
fue por necesidad de no perder la vida,
y envejecer con algo de memoria
y alguna claridad.
y envejecer con algo de memoria
y alguna claridad.
Así uní las palabras para quemar la noche,
hacer un falso día hermoso,
y pude conocer que era la soledad el centro de este mundo.
hacer un falso día hermoso,
y pude conocer que era la soledad el centro de este mundo.
Y sólo atesoré miseria,
suspendido el placer para experimentar una desdicha nueva,
suspendido el placer para experimentar una desdicha nueva,
besé en todos los labios posada la ceniza,
y fui capaz de amar la cobardía porque era fiel y era digna del hombre.
y fui capaz de amar la cobardía porque era fiel y era digna del hombre.
Hay en mi tosca taza un divino licor
que apuro y que renuevo;
desasosiega, y es
remordimiento;
tengo por concubina a la virtud.
No tuve amor a las palabras,
¿cómo tener amor a vagos signos
cuyo desvelamiento era tan solo
despertar la piedad del hombre para consigo mismo?
En el aprendizaje del oficio se logran resultados:
llegué a saber que era idéntico el peso del acto que resulta de lenta reflexión y el gratuito,
y es fácil desprenderse de la vida, o no estimarla,
pues es en la desdicha tan valiosa como en la misma dicha.
Debí amar las palabras;
por ellas comparé, con cualquier dimensión del mundo externo:
el mar, el firmamento,
un goce o un dolor que al instante morían;
y en ellas alcancé la raíz tenebrosa de la vida.
Cree el hombre que nada es superior al hombre mismo:
ni la mayor miseria, ni la mayor grandeza de los mundos,
pues todo lo contiene su deseo.
Las palabras separan de las cosas
la luz que cae en ellas y la cáscara extinta,
que apuro y que renuevo;
desasosiega, y es
remordimiento;
tengo por concubina a la virtud.
No tuve amor a las palabras,
¿cómo tener amor a vagos signos
cuyo desvelamiento era tan solo
despertar la piedad del hombre para consigo mismo?
En el aprendizaje del oficio se logran resultados:
llegué a saber que era idéntico el peso del acto que resulta de lenta reflexión y el gratuito,
y es fácil desprenderse de la vida, o no estimarla,
pues es en la desdicha tan valiosa como en la misma dicha.
Debí amar las palabras;
por ellas comparé, con cualquier dimensión del mundo externo:
el mar, el firmamento,
un goce o un dolor que al instante morían;
y en ellas alcancé la raíz tenebrosa de la vida.
Cree el hombre que nada es superior al hombre mismo:
ni la mayor miseria, ni la mayor grandeza de los mundos,
pues todo lo contiene su deseo.
Las palabras separan de las cosas
la luz que cae en ellas y la cáscara extinta,
y recogen los velos de la sombra
en la noche y los huecos;
mas no supieron separar la lágrima y la risa,
pues eran una sola verdad,
y valieron igual sonrisa, indiferencia.
Todo son gestos, muertes, son residuos.
Mirad al sigiloso ladrón de las palabras,
repta en la noche fosca,
abre su boca seca, y está mudo.
(Insistencias en Luzbel, 1977)
COLLIGE, VIRGO, ROSAS
en la noche y los huecos;
mas no supieron separar la lágrima y la risa,
pues eran una sola verdad,
y valieron igual sonrisa, indiferencia.
Todo son gestos, muertes, son residuos.
Mirad al sigiloso ladrón de las palabras,
repta en la noche fosca,
abre su boca seca, y está mudo.
(Insistencias en Luzbel, 1977)
COLLIGE, VIRGO, ROSAS
Estás ya con quien quieres. Ríete y goza. Ama.
Y enciéndete en la noche que ahora empieza,
y entre tantos amigos (y conmigo)
abre los grandes ojos a la vida
con la avidez preciosa de tus años.
La noche, larga, ha de acabar al alba,
y vendrán escuadrones de espías con la luz,
se borrarán los astros, y también el recuerdo,
y la alegría acabará en su nada.
Mas aunque así suceda, enciéndete en la noche,
pues detrás del olvido puede que ella renazca,
y la recobres pura, y aumentada en belleza,
si en ella, por azar, que ya será elección,
sellas la vida en lo mejor que tuvo,
cuando la noche humana se acabe ya del todo,
y venga esa otra luz, rencorosa y extraña,
que antes que tú conozcas, yo ya habré conocido.
(El otoño de las rosas, 1986)
Y enciéndete en la noche que ahora empieza,
y entre tantos amigos (y conmigo)
abre los grandes ojos a la vida
con la avidez preciosa de tus años.
La noche, larga, ha de acabar al alba,
y vendrán escuadrones de espías con la luz,
se borrarán los astros, y también el recuerdo,
y la alegría acabará en su nada.
Mas aunque así suceda, enciéndete en la noche,
pues detrás del olvido puede que ella renazca,
y la recobres pura, y aumentada en belleza,
si en ella, por azar, que ya será elección,
sellas la vida en lo mejor que tuvo,
cuando la noche humana se acabe ya del todo,
y venga esa otra luz, rencorosa y extraña,
que antes que tú conozcas, yo ya habré conocido.
(El otoño de las rosas, 1986)
CLAUDIO RODRÍGUEZ (1934–1999).
La breve pero singularísima obra de Claudio Rodríguez se caracteriza
por dotar de un enorme valor
simbólico y expresivo los elementos más corrientes de la
vida rural.
En su obra poética se distinguen distintas fases, una por cada libro publicado, que se
corresponden con la trayectoria vital e intelectual del poeta. En su primer libro Don de la
ebriedad,
el poeta canta la esencia de la poesía y utiliza un léxico rural y natural. En
Conjuros lo que
domina es la indagación en las cosas, en los elementos más comunes,
naturales y sencillos.
El vuelo de la celebración significa la unión del poeta con la persona
amada y con las cosas;
el amor se revela como la más alta vía de conocimiento, la que
permite ver lo que habitualmente
no se ve. Su último libro publicado, Casi una leyenda,
gira en torno a la dialéctica historia/leyenda
referida a la vida del autor y su diálogo con
las cosas.
Como si nunca hubiera sido mía,
dad al aire mi voz y que en el aire
sea de todos y la sepan todos
dad al aire mi voz y que en el aire
sea de todos y la sepan todos
igual que una mañana o una tarde.
Ni a la rama tan solo abril acude
ni el agua espera solo el estiaje.
¿Quién podrá decir que es suyo el viento,
ni el agua espera solo el estiaje.
¿Quién podrá decir que es suyo el viento,
suya la luz, el canto de las aves
en el que esplende la estación, más cuando
llega la noche y en los chopos arde
tan peligrosamente retenida?
¡Que todo acabe aquí, que todo acabe
tan peligrosamente retenida?
¡Que todo acabe aquí, que todo acabe
de una vez para siempre! La flor vive
tan bella porque vive poco tiempo
y, sin embargo, cómo se da, unánime,
y, sin embargo, cómo se da, unánime,
dejando de ser flor y convirtiéndose
en ímpetu de entrega. Invierno, aunque
en ímpetu de entrega. Invierno, aunque
no esté detrás la primavera, saca
fuera de mí lo mío y hazme parte,
inútil polen que se pierde en tierra
pero ha sido de todos y de nadie.
Sobre el abierto páramo, el relente
es pinar en el pino, aire en el aire,
relente solo para mi sequía.
relente solo para mi sequía.
Sobre la voz que va excavando un cauce
qué sacrilegio este del cuerpo, este
de no poder ser hostia para darse.
qué sacrilegio este del cuerpo, este
de no poder ser hostia para darse.
(Don de la ebriedad, 1953)
ALTO JORNAL
Dichoso el que un buen día sale humilde
y se va por la calle, como tantos
días más de su vida, y no lo espera
y, de pronto, ¿qué es esto?, mira a lo alto
y ve, pone el oído al mundo y oye,
anda, y siente subirle entre los pasos
el amor de la tierra, y sigue, y abre
su taller verdadero, y en sus manos
brilla limpio su oficio, y nos lo entrega
de corazón porque ama, y va al trabajo
temblando como un niño que comulga
mas sin caber en el pellejo, y cuando
se ha dado cuenta al fin de lo sencillo
que ha sido todo, ya el jornal ganado,
vuelve a su casa alegre y siente que alguien
empuña su aldabón, y no es en vano.
(Conjuros, 1958)
ALTO JORNAL
Dichoso el que un buen día sale humilde
y se va por la calle, como tantos
días más de su vida, y no lo espera
y, de pronto, ¿qué es esto?, mira a lo alto
y ve, pone el oído al mundo y oye,
anda, y siente subirle entre los pasos
el amor de la tierra, y sigue, y abre
su taller verdadero, y en sus manos
brilla limpio su oficio, y nos lo entrega
de corazón porque ama, y va al trabajo
temblando como un niño que comulga
mas sin caber en el pellejo, y cuando
se ha dado cuenta al fin de lo sencillo
que ha sido todo, ya el jornal ganado,
vuelve a su casa alegre y siente que alguien
empuña su aldabón, y no es en vano.
(Conjuros, 1958)
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