VIDA
José Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo Azorín (Monóvar, 8 de junio de 1873-Madrid, 2 de marzo de 1967),
fue un escritor y periodista español,
perteneciente a la Generación del 98,
que cultivó todos los géneros literarios: la novela,
el ensayo,
la crónica periodística y
la crítica literaria y, en menor medida, el teatro.
Perteneció a una familia tradicional burguesa y
acomodada. Azorín fue el mayor de nueve hermanos. Estudió bachillerato interno durante ocho años en el colegio de los Escolapios de Yecla, etapa que refleja en sus dos primeras novelas, de
fuerte contenido autobiográfico. De 1888 a 1896 cursó derecho en Valencia, donde se interesa por el krausismo y el anarquismo y se entrega a febriles lecturas literarias y políticas.
No obstante, a partir de 1905 el pensamiento y la literatura de Azorín están ya
instalados en el conservadurismo. Comienza a colaborar en ABC donde
participó activamente en la vida política.
Cuando estalló la Guerra Civil huyó del Madrid del Frente Popular y con su esposa se refugió en Francia. Terminada la
contienda, pudo regresar a España gracias a la ayuda que al efecto recibió del
entonces ministro del Interior, Ramón Serrano Suñer.
OBRA
Su
producción literaria se divide fundamentalmente en dos grandes apartados: ensayo y novela.
También escribió algunas obras teatrales, experimentales y de escaso éxito.
Novela
La primera etapa de su
obra novelística es la más interesante. En ella se observa un predominio de los
elementos autobiográficos y de impresiones suscitadas por el paisaje. El
protagonista es Antonio Azorín (del cual tomará su seudónimo), personaje de
ficción que se convierte en la conciencia de su creador. Estas novelas son un
pretexto para desarrollar las experiencias vitales y culturales del autor. A
ella pertenecen La voluntad (1902),Antonio Azorín (1903) y Las confesiones de un pequeño filósofo (1904).
(Las características literarias de La voluntad ya las hemos visto en una entrada anterior)
Ensayo
Como
ensayista dedicó especial atención a dos temas: el paisaje español y la
reinterpretación impresionista de las obras literarias clásicas.
En los
ensayos dedicados a la situación española se observa el mismo proceso evolutivo
que marcó a toda la Generación
del 98: si en sus primeras obras examina aspectos concretos de la realidad
española y analiza los graves problemas de España, en Castilla (1912) su objetivo es profundizar en
la tradición cultural española (reflexiones que surgen espontáneamente a partir
de pequeñas observaciones del paisaje), además de incorporar un sentido del
tiempo cíclico inspirado en Nietzsche. Entre los ensayos literarios de Azorín
destaca Ruta de Don Quijote (1905)
Estilo
La
producción literaria de Azorín tiene también un gran valor estilístico. Su
forma de escribir, muy peculiar, se caracteriza por el impresionismo descriptivo, por el uso de una frase
corta y de sintaxis simple (oraciones simples, coordinadas o yuxtapuestas, con
escaso uso de la subordinación, salvo la subordinación adjetiva), que contrasta
con un léxico rico y difícil.
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